Lo primero que impresiona de Caracas (Venezuela) es aproximarse al aeropuerto bordeando la costa, donde se descubren innumerables palyas salvajes con las montañas y los árboles llegando hasta casi la orilla del mar. El aeropuerto Simón Bolívar y la propia ciudad evidencian que pasaron épocas mejores, muchas calles, edificios y coches necesitan reparación urgente!
En las faldas de las montañas que rodean la ciudad se amontonan de forma caótica y desordenada miles de renchos (favelas), muchos de ellos pintados de múltiples colores. Aqui el tráfico es infernal, se consume mucho whisky, todo el mundo tiene Blackberry y la mayoría de las mujeres parecen haber pasado por cirujía estética por el tamaño de sus bustos!...aunque realmente a las venezolanas se las ve muy lindas...lástima que la ciudad sea tan peligrosa!
El hotel Centro Lido cerca de las oficinas muy correcto, aunque aquí en general hay que armarse de paciencia para todo....Dos recomentaciones de restaurantes: la marisquería Dona Ona (pedir tequeños de queso y pescado) y para carnes ir al Maute Grill, algo fuera de serie y con una decoración (patio abierto incluido) muy agradable. Gracias a Carlos y Rafael por sus atenciones.
Buenos los araconeys no estaban florecidos ni los turpiales me regalaron con sus cantos, pero la lluvia nos bendijo cayéndonos un palo de agua impresionante...pese a ello conseguimos llegar al aeropuerto camino a Santiago de Chile. El viaje es una broma porque no hay vuelo directo y hay que hacer escala, con cambio de avión, en Lima. unas 3 horas de viaje cada tayecto de forma que no se puede dormir mucho la verdad. Llegamos a Santiago en hora, es decir...a las 5,45 horas de la mañana!
Santiago de Chile, es una ciudad más moderna, más limpia, más luminosa y más ordenada. Se percibe mayor nivel de vida y se puede pasaer con (casi) total tranquilidad por sus calles. Aqui la compañía se denomina La Chilena Consolidada y es una de las principales del mercado. Pocas horas aqui pero las suficientes para ir a cenar al barrio de La Comuna con Eduardo, Felipe, Pablo, Jorge y Aaron a un restaurante de pescado buenísimo del que no recuerdo el nombre! Eso sí, hay que consumir vino chileno y como aperitivo un Piscosouer...coctel con pisco delicioso. Al final a dormir al Hotel Santiago Park Plaza, muy correcto y con una recepción bien curiosa...
Como veis es una ciudad muy ajardinada, limpia, conbastantes calles peatonales y a la gente se la ve tranquila y amable.
La lástima es que no pudimos estar más tiempo para disfrutar la ciudad. La próxima vez habrá que venir más días. En fin ahora estoy en el aeropuerto esperando mi vuelo para Buenos Aires donde hoy dormiremos y desde donde os explicaré más cosas. Hasta pronto!
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